miércoles, 20 de diciembre de 2006

Monumentos de Cáceres

La ciudad vieja de Cáceres fue declarada Tercer Conjunto Monumental de Europa en 1968 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986.

Cáceres es también miembro de las Redes Caminos de Sefarad, de la Ruta de la Plata, siendo elegida por la Comunidad Autónoma como Capital Cultural de Extremadura Enclave 92, y junto al esfuerzo solidario de las administraciones, empresa privadas, entidades oficiales y ciudadanos particulares, aspira a ser Ciudad Europea de la Cultura en el año 2016.

Entre otros monumentos y lugares podemos destacar:


Iglesia de Santa María (Cáceres)

Iglesia concatedral, Santa María es el mayor y más importante templo cristiano de Cáceres.

Iglesia de Santa María, torre y parte de la portada del Evangelio
Se completa entre los siglos XV y XVI sobre una construcción del siglo XIII de maneras mudéjares y techo de madera. Se cree que el emplazamiento original lo ocupó una mezquita. Realizada completamente con sillares de granito, su estilo se puede considerar románico de transición al gótico. Tiene dos portadas góticas, la del Evangelio, con finas arquivoltas y una imagen de la Virgen en el tímpano, y la portada de los Pies, en la que destaca el escudo de Orellana. La iglesia tiene una sola torre, renacentista de tres cuerpos y planta rectangular, coronada por tres flameros. En la esquina externa de esta torre, realizada entre 1554 y 1559, se halla adosada una estatua de San Pedro de Alcántara.
El templo, de amplias dimensiones y gruesos muros, continuando con la costumbre defensiva de la ciudad, se distribuye en seis naves con seis tramos cada una. Con casi idéntica altura, las bóvedas son de crucería gótica. La sacristía destaca por la portada plateresca de Alonso de Torralbo, realizada en 1527. Alberga un museo de piezas sacramentales y obras en plata de la región y contiene el sepulcro de Francisco de Godoy, capitán de Pizarro. La capilla de los Blázquez o del Santísimo Cristo contiene la talla del Cristo Negro, un crucifijo gótico del siglo XIV perteneciente a un convento adyacente a la iglesia, ya desaparecido. También destacan la capilla de Santa Ana, de 1446, y la de San Miguel, de 1551, con artística reja decorada con escudos nobiliarios.
Dentro de todo el conjunto sobresale el retablo mayor, de 1551. Fue realizado por Guillén Ferrant y Roque Balduque en pino de Flandes y cedro sin policromar, al estilo extremeño. Es una obra barroca dividida en tres cuerpos y cinco calles, con esculturas en alto relieve y figuras intermedias completas de los apóstoles. La calle central muestra motivos relacionados con la Virgen y con la infancia y pasión de Jesús. La talla más importante es la Asunción de la Virgen, en el centro del segundo cuerpo.
En la tribuna a los pies de la nave central se encuentra un órgano de 1703 fabricado por Manuel de la Viña (Manuel de la Viña me fezit, anno de 1703), que fue remodelado en 1973 por la empresa Orgamusik. Este instrumento en la actualidad cuenta con 27 registros sonantes en dos teclados y pedal.
El 3 de junio de 1931 la iglesia es declarada monumento histórico-artístico. En 1957 alcanza la dignidad de concatedral, compartiendo el título con la catedral de Coria.


Iglesia de San Francisco Javier (Cáceres)

La iglesia de San Francisco Javier es un templo cacereño de la ciudad monumental situado en la plaza de San Jorge.

Iglesia jesuita de estilo barroco construida en el siglo XVIII, se levantó, junto al convento anejo, con la fortuna de un miembro jesuita de la familia Figueroa, por ser éste el último eslabón de un mayorazgo que se extinguía. Las obras comenzaron en 1698 y concluyeron en 1755.
Pedro Sánchez Lobato, el arquitecto, la diseñó sobre una planta de cruz latina, con capillas laterales comunicadas con atajos y crucero cerrado por una cúpula con linterna. El fuerte desnivel que presenta la plaza sirve para que el conjunto parezca mucho más monumental, destacando las dos torres de la fachada, cuadradas de mampostería y sillería, rematadas por sendos chapiteles piramidales. Entre ambas torres, un arco de medio punto custodiado por dobles columnas sirve de puerta. Encima de él, una hornacina alberga una imagen de San Francisco Javier y el escudo de Castilla y León, rematado todo ello por un frontón partido. Esta fachada principal fue remodelada en 1992.
En el interior destaca el retablo mayor, ocupado por un lienzo del siglo XVIII con imágenes de San Francisco Javier.
Desde 1899 es custodiada por los padres misioneros de la Preciosa Sangre, por lo que también se conoce como iglesia de la Preciosa Sangre. Actualmente no se rinde culto en su interior.



Iglesia de San Mateo.

La iglesia de San Mateo, de estilo gótico, es el templo más importante de la parte alta de la ciudad monumental de Cáceres.

Comenzada en el siglo XVI, se alza sobre un solar ocupado siglos atrás por una mezquita, primero, y otra iglesia cristiana, después. Dirigieron la obra Esteban de Lezcano, primero, Pedro Ezquerra a comienzos del siglo XVI, Pedro de Marquina después y Pedro de Ibarra, quien concluyó la obra. La capilla de los Sande fue realizada por Rodrigo Gil de Hontañón y la portada, del gran maestro Guillén Ferrán, es de estilo plateresco. Está formada por un arco carpanel flanqueado por columnas en cuyas enjutas aparecen dos medallones con las efigies de San Pedro, a la izquierda, y San Pablo, a la derecha. En el centro del friso se encuentra San Mateo. La torre, sobria y carente de adornos, último elemento construido, data de 1780.
Consta de una sola nave, El retablo del altar mayor, de pino sin policromar al estilo extremeño, se atribuye a Vicente Barbadillo. Destacan dentro del mismo las figuradas policromadas de las hornacinas, como el Niño de la Congregación. En las capillas destacan los enterramientos de numerosos nobles cacereños, sobre todo de la familia de los Ovando. La capilla de San Juan Bautista alberga el Cristo de la Encina, un lienzo que relata un milagro acaecido en América. En la capilla de San Benito se encuentra una Dolorosa realizada en 1952 por Antonio Vaquero.
Desde 1982 está declarado monumento histórico-artístico.

Iglesia de Santiago de los Caballeros.

La iglesia de Santiago de los Caballeros es un templo cristiano situado fuera del recinto monumental de Cáceres, aunque muy próximo a éste.
Con elementos románicos y góticos, se trata de una construcción renacentista, pues se construyó en el siglo XIII y se reformó severamente en el XVI. Se levantó sobre los restos, de los que apenas quedan indicios, de un templo de la orden de los Fratres, germen de la orden de Santiago. La reforma llevada a cabo por la familia Carvajal, cuyo escudo aparece repetidamente en el templo, corrió a cargo de Rodrigo Gil de Hontañón, hasta que las diferencias entre éste y los mecenas pusieron al frente de la obra al trujillano Sancho Cabrera, hasta 1570. Con cuatro capillas góticas y un coro a los pies del templo, el conjunto está enmarcado en el exterior por contrafuertes cuadrangulares sostenidos por pilastras cilíndricas.
En el interior se encuentran las tallas de Jesús Nazareno, realizada por Tomás de la Huerta, del Cristo de los Milagros, del siglo XV, y la imagen de Nuestra Señora de la Esclarecida, entre otras obras.
Pero el elemento que más destaca es el retablo mayor, de cuatro pisos, con escenas de la vida de Cristo y varios santos. Obra inconclusa de Alonso de Berruguete, los miembros de su taller lo finalizaron en 1565, cuatro años después de su muerte. En su traslado desde Valladolid, la lluvia hizo seria mella en él, como se puede apreciar en varios elementos del mismo.
Es la sede canónica de las cofradías de Nuestro Padre Jesus Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, y de la Sagrada Cena, dentro de la Semana Santa de Cáceres.

Ermita de la Paz.

La ermita de la Paz es una iglesia adosada a un muro lateral de la torre de Bujaco, muy cerca del lienzo Oeste de la muralla de la ciudad monumental de Cáceres. Finalizada en 1750, se alza sobre los restos de una capilla renacentista dedicada a San Benito. La cofradía de Nuestra Señora de la Paz pidió en 1720 permiso al obispo para reconstruir el templo y poder celebrar allí misa, en vez de en los ya abarrotados soportales. La costumbre de la época de asistir a misa diaria y la necesidad de no interrumpirla ni siquiera durante la celebración de los mercados obligaron a este hecho.
Tres arcos de medio punto sujetados por pilares de piedra forman su fachada, encerrada por una artística reja de Juan de Acedo. En el interior, una bóveda con pinturas y hechuras mudéjares alberga un retablo con una pequeña imagen de la Virgen con el Niño en brazos, realizada por Pedro Correa.

Palacio Episcopal.

El palacio Episcopal de Cáceres se levanta en la plaza de Santa María, en la parte baja de la ciudad monumental.
Situado a la izquierda tras entrar en el recinto por el arco de la Estrella, el palacio Episcopal del obispo de la actual diócesis de Coria-Cáceres se levanta en un solar que hasta 1261 habían ocupado una serie de tiendas.
Presenta su fachada principal, de estilo renacentista, hacia la plaza de Santa María. En esta fachada de 1587 se distingue un arco de medio punto con dos hileras de sillares almohadillados enmarcados con dos columnas. Dentro del conjunto, dos medallones con figuras de lo que parecen dos indios americanos, hombre y mujer, dan idea de la participación de la región en la colonización de América. En el friso superior se lee el nombre del obispo de la diócesis de Coria, a la que pertenece Cáceres, bajo cuyo mandato se edificó el palacio. Coronando la ventana central, rodeada de sillares almohadillados, como el resto, aparece el escudo de Galarza. En el interior se encuentra un patio porticado salpicado de diversos escudos episcopales.
La fachada trasera, orientada hacia el adarve de la Estrella, es de estilo renacentista. Del siglo XVI, perteneció a la entrada principal del seminario de San Pedro, edificado fuera de la muralla. En su reconstrucción, se trastocaron dos letras muy parecidas en la inscripción de la parte superior de forma que se lee Calarza y Goria, en vez de Galarza y Coria.
En 1583 se alojó en este palacio el monarca Felipe II al regresar de su coronación como rey de Portugal.

Palacio de los Golfines de Abajo.

Una de las construcciones más representativas de Cáceres, el palacio de los Golfines de Abajo fue construido por la rama de los Golfín que se instaló en la ciudad inmediatamente tras su reconquista.

Palacio de los Golfines de Abajo, fachada y torre

Combina eficazmente dos estilos: la casa-fortaleza del siglo XV y el gusto humanista del siglo XVI. Del primero destaca su torre con dos matacanes laterales y sus arcos rebajados. Del segundo sobresale la crestería plateresca de animales fantásticos que corona toda la fachada, así como las molduras de granito que envuelven puertas y ventanas y los escudos señoriales, de los Golfines y los Álvarez. La cartela con dos flores de lis y dos castillos es la que representa a los Golfines, nombre trastocado del original. Del interior merece la pena destacar el Salón de los Linajes, rectangular con artesones policromados y una completa genealogía de la familia.

Palacio de los Golfines de Abajo, ventana con el escudo de los Reyes Católicos

La denominación "de abajo" sirve para diferenciarles de la otra rama de la familia, "de arriba", por estar aquéllos situados en la parte baja del recinto amurallado. En agradecimiento a los numerosos servicios de la familia a los Reyes Católicos, estos permitieron colocar su escudo, único en Cáceres, en la fachada de su palacio. Se encuentra, coronado por una cruz, sobre el mainel de mármol de la ventana geminada más alta de la fachada principal. El palació albergó a los monarcas católicos en las dos veces que visitaron la ciudad.


Palacio de Carvajal.

El palacio de Carvajal es un edificio situado en la ciudad monumental de Cáceres.
El linaje de los Carvajal llegó a la ciudad en el siglo XV procedente de Plasencia y contruyen su palacio junto al edificio religioso más importante de la ciudad: la Concatedral de Santa María.
Debido a un incendio que tuvo lugar en el siglo XIX, también se le conoce como "la casa quemada".
En la actualidad se utiliza como sede del Patronato para la promoción del turismo y la artesanía de la provincia de Cáceres.
La fachada principal es de sillería granítica y destaca su portada en arco de medio punto. En ella, puede admirarse en relieve, el escudo de la familia Carvajal.
La torre anexa al palacio es redonda y se ha especulado mucho sobre su posible origen arabe y sobre su utilización por parte de la orden de Los Fratres. De hecho dicho elemento es el primero construido del Palacio ya que la familia construyó en el Siglo XIV una nueva torre sobre otra preexistente y a lado levantó su palacio a finales del siglo XV.
Hoy en día se pueden visitar sus dependencias interiores, así como el patio (desde el que se accede al Centro de interpretación de la provincia de Cáceres) y el jardín, en el que se levanta una gigantesca higuera que se calcula puede tener entre 300 y 400 años de antiguedad.


Palacio de las Cigüeñas.

Situado en la plaza de San Mateo, parte más alta de la ciudad monumental cacereña, se alza el palacio de las Cigüeñas.
Se conoce por ese nombre por el gran número de cigüeñas que en ella anidaban. Fue edificada en el siglo XV por Diego de Ovando sobre una parte del antiguo alcázar almohade. La fachada está compuesta por un sencillo arco de medio punto con dovelas sobre el que hay una ventana y dos escudos de los Ovando-Mogollón. A los lados, en el primer piso, encontramos dos ajimeces con arcos de herradura apuntados. Del interior merece la pena conocer su patio señorial, visitable actualmente.
Pero lo que realmente destaca del conjunto es su alta torre con almenas sustentadas por pequeñas ménsulas. Se trata de la única torre no desmochada del recinto histórico. La casa de los Ovando se libró de la orden real, de Isabel la Católica, dictada contra las torres de todas las casas por la lealtad de las mismas a Juana la Beltraneja en la disputa del trono de Castilla. Tras la coronación de Isabel, se otorgó en 1480 a Diego de Ovando el derecho de levantar dicha torre.
Se reformó en la década de 1940 para acoger la sede del Gobierno Militar, y sigue en posesión del Ministerio de Defensa actualmente.


Palacio de las Veletas.

El museo de Cáceres está actualmente instalado en el palacio de las Veletas.
Se trata de un edificio singular dentro del panorama de la ciudad monumental cacereña, pues está levantado sin elementos defensivos en la mayor parte del solar del antiguo alcázar almohade. En ese área Diego Gómez de Torres levantó un edificio a partir de 1477, pero el edificio actual se debe a Lorenzo de Ulloa, que lo reformó completamente hacia 1600. Sobre la portada principal destacan dos grandes escudos barrocos con coronas voladas y referencias a linajes cacereños, como los de los Torres y los Ulloa. Una balaustrada con gárgolas y pináculos de cerámica remata el edificio, en la cual se encontraban las veletas que bautizaron al edificio.
El museo alberga colecciones importantes de arqueología, etnografía y bellas artes. Pero, sin duda, lo más destacable del mismo es el aljibe, excavado en parte en la roca natural. De planta irregular, tiene aproximadamente 15 metros de largo por 10 de ancho. 16 arcos de herradura sustentados por 12 columnas, algunas de originariamente romanas, forman las cinco naves de bóveda de que consta la construcción.


La casa de los Solís o del Sol.

La casa de los Solís, o del Sol, es una de las construcciones notables del recinto histórico de Cáceres en España.
Casa-fortaleza de estilo gótico, fue levantada en el siglo XV y reformada en el XVI. El elemento más significativo de la fachada es el escudo familiar, un sol con rostro humano cuyos rayos superiores aparecen mordidos por cabezas de dragón, todo ello coronado por un yelmo. Un alfiz enmarca la puerta con arco de medio punto y dovelas, bajo el escudo. En la parte superior de la torre, continuación de la fachada, destaca un matacán semicircular con aspilleras en forma de cruz.

Detalle del sol de la fachada

En la actualidad acoge un importante archivo con documentos sobre América y Filipinas, custodiado por los padres de la Preciosa Sangre.


Arco de la Estrella.

Principal puerta de entrada al recinto amurallado desde el siglo XV, el arco de la Estrella es la puerta más conocida de la ciudad medieval de Cáceres.
Situada al lado de la torre de Bujaco, se abrió en el siglo XV en el mismo punto donde había una portezuela para permitir el paso de los carruajes desde la Plaza Mayor, pues por entonces la muralla había perdido gran parte de su naturaleza defensiva. Entonces se llamó, por motivos obvios, puerta Nueva. Ante ella juraron los fueros y privilegios de la ciudad, otorgados siglos antes por Alfonso IX, los Reyes Católicos, Isabel el 30 de junio de 1477 y Fernando el 27 de febrero de 1479.

Templete que aloja la imagen de Nuestra Señora de la Estrella

La forma actual de la puerta se debe a la remodelación realizada por Manuel de Larra Churriguera en 1726, por encargo de Bernardino de Carvajal Moctezuma. Éste poseía el palacio siguiente a la torre de Bujaco y deseaba poder tener un fácil acceso de los carruajes a su palacio. Por ello solicitó al ayuntamiento derribar la antigua puerta y abrir una nueva con forma oblicua para poder girar holgadamente a la izquierda al entrar desde el exterior.
En la parte externa, el arco está coronado por el escudo de Cáceres, mientras que en la interna se encuentra un templete con una imagen de Nuestra Señora de la Estrella, que da nombre al arco. La imagen está iluminada por un pequeño farol en forma de estrella y, debajo de la misma, hay un escudo en piedra de la familia Carvajal.


Arco del Cristo.

El Arco del Cristo o puerta del Río es la puerta de entrada a la ciudad monumental de Cáceres más antigua que se conserva, construida en el siglo I. Está situada en el centro del flanco oriental de la muralla. Construida por grandes sillares romanos, la forman dos grandes arcos de medio punto, en ambas caras de la muralla. En la parte interior, una hornacina cubierta aloja un cuadro de Cristo, ubicado a principios del siglo XIX. Adosada a la puerta se conserva uno de los torreones defensivos que la flanqueaban, la torre del Río.
La puerta da acceso a la vaguada que forma la Ribera del Marco, de ahí el nombre de puerta del Río. Se cree que la Vía de la Plata penetraba en la ciudad por esta puerta, más concretamente la ruta que conducía hasta Emerita Augusta, después de descender hasta el río y unirse con la calzada que salía de la ciudad por la "Puerta de Coria" (hoy desaparecida).


Arco de Santa Ana.

Arco de Santa Ana es una de las puertas de entrada a la ciudad amurallada de Cáceres.
Desde la época musulmana fue un paso menor de los que se llevaron a cabo en la muralla para acceder a la ciudad intramuros.
En 1758 se reformó y se ensanchó para facilitar el paso al interior de la ciudad a través suya.
Desmboca en las escaleras que llevan directamente al Foro de los Balbos, a los pies del Ayuntamiento en plena Plaza Mayor.


Torre de Bujaco.

Emblema de Cáceres y construcción más llamativa en la plaza Mayor, la torre de Bujaco se encuentra protegiendo el flanco noroeste de la ciudad monumental cacereña.
Torre de Bujaco, con la ermita de la Paz a la derecha
Es una edificación genuinamente árabe de planta cuadrada erigida sobre sillares romanos. Aparece rematada por una ringla de almenas, dos matacanes laterales y uno frontal, añadido en el siglo XVIII. En la cara occidental, orientado hacia la plaza Mayor, se encuentra el pequeño balcón de los Fueros, del siglo XVI. La torre mide unos diez metros de lado por 25 de alto.
En la primavera de 1173 el almohade Abu Ya'qub pasó a cuchillo a cuarenta Fratres cacereños, que defendían la torre del asedio. Este califa la remodeló, tras esta reconquista de la ciudad. De ahí se considera que le viene el nombre, aunque otros autores consideran más probable relacionarlo con la palabra buhaco, muñeco de paja y trapo de la zona, que se empleaba para referirse a la estatua del Genio Andrógino, colocada en el balcón de los Fueros entre los años 1820 y 1962. Entre 1672 y 1791 albergaba un reloj, y por esta razón también fue conocida como la torre del Reloj.
Actualmente alberga un centro de interpretación, de obligada visita para el turista, y se permite la contemplación de buena parte de la ciudad monumental desde lo alto del almenar.


Torre de los Púlpitos.

La torre de los Púlpitos está situada en el lienzo Oeste de la muralla de la ciudad monumental de Cáceres.
De planta cuadrada y construida con sillería granítica, está orientada hacia la plaza Mayor. Adosada a la parte externa de la muralla, es marcadamente cristiana, con sus saeteras en forma de cruz y sus dos esquinas frontales rematadas con cubos cilíndricos, cuya similitud con los púlpitos de una iglesia le han granjeado su nombre. Tiene 16 metros de altura.
Se construyó al abrirse la puerta Nueva con el fin de defender desde sus saeteras ese nuevo acceso a la ciudad. Es la única torre completamente nueva desde la reconquista cristiana, y la única unida con un arco que salva el adarve a uno de los palacios, el de Mayoralgo. La vinculación de la torre con el palacio llevó a los propietarios a unirlos mediante un pasillo elevado a más de cuatro metros, para evitar obstaculizar el adarve. Esto permitía a los dueños participar de los acontecimientos públicos en la plaza Mayor desde la torre sin necesidad de salir a la calle.


Plaza Mayor.

Plaza Mayor, es un barrio y espacio público monumental de Cáceres, punto principal de entrada a la ciudad monumental.
Limita por el este con parte del lienzo de la muralla, el más conocido, con la torre de Bujaco, el arco de la Estrella y la torre de los Púlpitos. En la parte sur se encuentra el ayuntamiento y el foro de los Balbos y comienza la calle Pintores, la más comercial de Cáceres. En la fachada Oeste destacan sus soportales y se encuentra plagada por bares, restaurantes y diversas tiendas. En el centro de la plaza hay un paseo construido en 2001.
Durante siglos, ha sido el punto de reunión, centro de la vida social y comercial de la ciudad. La plaza nació en un solar equidistante de los dos principales núcleos de población extramuros de la ciudad en el siglo XIV: las viviendas alrededor de la iglesia de Santiago y las casas en torno a la puerta de Coria. En aquel momento, esta explanada rectangular ligeramente en cuesta era el lugar idóneo para la celebración de ferias, mercados y eventos lúdicos. Así, el centro de la ciudad pasa de ser la explanada aneja a la iglesia de Santa María a ocupar este lugar, que, con el transcurso de los años, se conformará como la plaza principal o mayor de la ciudad.


Foro de los Balbos.

El foro de los Balbos, también llamado atrio del Corregidor, es un pequeño espacio al Sur de la plaza Mayor de Cáceres, adosado a la muralla de la ciudad monumental. Se levanta en el lugar que ocupaba una puerta de la antigua colonia romana de Norba Caesarina, en la mayor parte del terreno entre la torre de la Hierba y la torre del Horno. Es el lugar en el que el Concejo de la ciudad decide celebrar sus reuniones, tras utilizar la puerta de la iglesia de Santa María.
Actualmente se encuentran en el foro de los Balbos una reproducción de la estatua del Genio Andrógino y el llamado pilar de San Francisco, uno de los dos abrevaderos que había a las afueras de la ciudad, en el camino de Mérida. Es una obra plateresca del siglo XVI, reformado en el XVIII, con dos escudos de Cáceres a los lados y uno de los Reyes Católicos en el centro


Plaza de San Jorge (Cáceres)

Plaza del corazón del recinto amurallado de Cáceres, se encuentra enmarcada por la iglesia de San Francisco Javier, la casa de los Becerra, un grupo de tiendas turísticas y la torre del palacio de los Golfines de Abajo.

Estatua de bronce de San Jorge

En las escaleras de subida a la iglesia, se encuentra en una hornacina una figura montada de San Jorge, patrón de la ciudad, acabando con el dragón. La escultura, de bronce, es obra de José Rodríguez.